Hace unos días caminaba por fuera de una construcción cerca de nuestras oficinas en Santiago. Sin pensarlo, me puse a mirar las condiciones de seguridad que existían en la obra y cómo eran las conductas con que las personas hacían su trabajo.
No es primera vez que me detengo a observar las condiciones de seguridad en una obra y así poder comparar la diferencia que existen en las distintas industrias. Sin duda, en las faenas mineras contamos con altos estándares de seguridad, cosa que no ha sido fácil conseguir.
En las últimas dos décadas cambió radicalmente la mirada en torno a la gestión de riesgo en la minería. Se han invertido muchos recursos para generar las condiciones adecuadas para poder desarrollar los trabajos. Se han creado estándares de control en distintos ámbitos. Existen sistemas de gestión y control rigurosos. Pero, por sobre todo, se ha trabajado intensamente en la conducta de las personas, generando un cambio cultural en torno a la seguridad que hace unos años no habríamos imaginado.
Hoy la seguridad no sólo debe ser un valor que prime sobre otros al interior de las organizaciones. Es una condición que debe ser de responsabilidad compartida y equivalente de las empresas y los trabajadores para, de esta forma, traspasar a la conducta en el día a día.
Es por eso que cuando miraba la obra de construcción me daba cuenta que, a pesar que aún se puede mejorar mucho, se ha avanzado bastante en el último tiempo. La Cámara Chilena de la Construcción ha puesto un esfuerzo importante en esta materia, gestionando junto a las empresas del rubro mejoras que debieran mostrar resultados decisivos en un corto plazo.
Claramente queda trabajo por hacer ahí. Las mutuales deben hacer mayores esfuerzos para elevar los estándares y generar conciencia en los trabajadores. Las empresas deben aprender de lo que se ha hecho en otras industrias como la minera, implementando sistemas de gestión que generen las condiciones adecuadas para la seguridad de las personas.
Y los trabajadores deben entender que, así como lo han hecho los que trabajan en minería, la seguridad es un valor que busca protegerlos, pero que no se construye ni se logra sólo por obra de las empresas. El trabajador tiene una responsabilidad enorme en aprender una conducta que contribuya a su seguridad y la de sus compañeros. Sólo de esa forma, se puede asegurar la integridad de las personas en las faenas y asegurarnos, entre todos, que al final de la jornada puedan regresar sanos con sus familias.
Alex Acosta M.
Presidente Ejecutivo
Schwager Service