Hace unos días tuve la maravillosa oportunidad de asistir a una actividad en el Liceo Oscar Castro de Rancagua. Ahí me llevé una muy grata sorpresa. La actividad incluía la presentación de la Orquesta Sinfónica del Liceo Oscar Castro, su establecimiento más emblemático.

Resultó sobrecogedor el poder contemplar y escuchar a una orquesta conformada por un grupo de jóvenes de entre séptimo básico y cuarto medio, en su mayoría proveniente de sectores vulnerables y que han encontrado en la música una vía para poder desarrollar sus habilidades mucho más allá de los contenidos formales del sistema.

Me enteré también que la agrupación ha realizado presentaciones en el extranjero y durante este año se presentará en cuatro distintas capitales europeas, ratificando el éxito de esta iniciativa de un Liceo Bicentenario que está haciendo muy bien su trabajo.

Lo curioso es que, a pesar de que busqué de distintas formas en Google, no encontré nada de esta presentación en los medios, lo que revela que muchas veces preferimos mirar las cosas que andan mal y somos incapaces de destacar aquellas cosas buenas que suceden.

En el último tiempo los medios informativos han dedicado mucho espacio y contenido a varios hechos negativos que han sucedido en la capital de la Región de O’Higgins, ayudando a que muchos crean que Rancagua es un desastre y que sólo hay corrupción.

Pues la verdad no es así. La Orquesta del Liceo Oscar Castro demuestra que hay muchas cosas que son buenas. Que en muchos aspectos el sistema educacional lo está haciendo bien y que se ocupa de dar un buen futuro a sus jóvenes. O, también, que en los últimos años esta región del país se ha transformado en una potencia alimentaria, produciendo en sus tierras gran parte de nuestras exportaciones frutícolas, vitivinícolas, carnes, productos alimenticios elaborados y, por supuesto, las millonarias exportaciones de cobre; que en su conjunto han cambiado el rostro de esta zona de Chile.

No todo lo que brilla es oro, es cierto. Pero sin duda Rancagua no es un desastre. Son cientos de miles lo que cada mañana se levantan y aportan al desarrollo de esta Región. Hombres y mujeres que cada día entregan su mejor esfuerzo por hacer las cosas bien y a los que nunca nadie les ha regalado nada.

A ellos son los que debemos mirar. Ellos deben ser nuestra inspiración diaria. Es este trabajo silencioso el que debería ser el centro de atención de los medios de comunicación, que en lugar de hablar sólo de lo que se ventila en los tribunales, deberían hablar de esta zona campesina que supo reinventarse, emprender y trabajar con esfuerzo para que los suyos disfruten de un estándar de vida que hace sólo unos años sólo soñaban para sus hijos.

Alex Acosta M.

Presidente Ejecutivo

Schwager Service S.A.