La gravedad de la nueva ola de la pandemia motivó a varios de nuestros trabajadores que se contagiaron y enfermaron para darnos su testimonio.
La nueva ola de la pandemia, que es tanto o más grave que la primera que vivimos en 2020, también está afectando a nuestros trabajadores de los distintos contratos.
La pandemia del Covid-19 muestra un momento muy complejo en estos días. Los casos siguen en aumento a niveles que veíamos sólo en el mes de junio del año pasado. Sólo el día de hoy nuestro país tuvo 5.983 casos nuevos registrados hasta las 21 horas del día 11 de marzo.
Por eso es que las medidas de prevención deben seguir cumpliéndose, tanto al interior de las faenas, como también en nuestros hogares.
En las regiones donde existen operaciones de Schwager, miles de personas han contraído la enfermedad desde que comenzó la pandemia. En la región de Antofagasta son más de 39 mil los contagiados, en Atacama la cifra llega a más de 12 mil. Por su parte, la Región de Coquimbo sobre 23 mil, la de Valparaíso más de 54 mil y la Región de O’Higgins más de 32 mil.
La nueva ola de la pandemia, que es tanto o más grave que la primera que vivimos en 2020, también está afectando a nuestros trabajadores de los distintos contratos. Por ejemplo, en el contrato de Sewell se registraron seis nuevos casos de Covid-19, lo que se suma a los 303 casos que la VI Región sumó en el último reporte diario entregado por el Ministerio de Salud. La trazabilidad realizada a cada una de estas seis personas nos muestra que todos los contagios se produjeron fuera de la faena, principalmente en los tiempos de descanso en sus hogares o en salidas junto a sus familias.
La gravedad de esta situación motivó a varios de los nuestros que estuvieron contagiados y enfermos en algún momento a darnos su testimonio, para que quienes trabajamos en Schwager tomemos conciencia de lo que significa enfermarse y el riesgo que todos corremos en caso de no cumplir con las medidas de prevención.
Juan González, trabajador del contrato Sewell, que se desempeña en el área de mantención del Chancador, nos relató el miedo que tuvo al ser confirmado como positivo. “El día 6 de enero, como todos los días, para mi fue un día normal. Un día completamente normal, hice mis actividades normales, fui a mi trabajo. Estaba bien de salud, bien de ánimo. Y ese día me tocaba hacerme el test de antígeno. Para sorpresa y también para preocupación mía, me marcó positivo”. Y agrega, “debido a esto, tuve que pasar casi tres semanas encerrado en la casa, en una habitación, lejos de mi familia y con el miedo de contagiar a los míos”.
Otro de los testimonios es el de Francesca Terrazas, asesora en prevención de riesgos del contrato Manejo de Materiales en División Gabriela Mistral, quien también padeció de Covid-19. “Nunca se me pasó por la mente que me podría contagiar o se contagiara alguien de mi familia. Todo esto partió con mi papá. Él tuvo un resfrío, luego mis hermanos, mi mamá, y por último mi hija y yo”, indicó.
Lo más fuerte de su testimonio es lo que agregó después, al ver a su hija enferma…“cuando a mi hija le dio, la desesperación fue inmensa porque yo no sabía qué hacer, no sabía cómo bajarle la fiebre. En urgencias tampoco le podían bajar la fiebre y de verdad que verla a ella gritar del dolor de cabeza, fue horrible”, sentenció.
El mayor miedo que tenía Francesca es que sentía que se iba a morir e iba a dejar a su hija sola. “Yo inmediatamente quedé ronca, luego no podía respirar nada por la nariz y después sentía que no podía respirar. Hagan el intento, es como respirar por una bombilla, eso es lo que sentía. Pero el miedo estaba en pensar que me iba a morir debido a eso. Porque uno lo que ve, uno lo que siente, la desesperación de no poder respirar, no se la doy a nadie”.
Otro de los trabajadores que padeció la enfermedad fue Franco Valdivia, trabajador contrato DGM Húmeda, quien actualmente está en cuarentena desde hace una semana. “Por ahora no he tenido ningún síntoma grave pero si he perdido el olfato y el gusto en el transcurso de estos días. La idea es que esto siga así y no empeore. Hoy en día mi mayor miedo es contagiar a mis padres que viven conmigo y que sus síntomas no sean como los míos y sean mucho más graves. Ellos también pasaron a cuarentena y tomando toda las precauciones posibles para evitar un contagio. Yo en mi pieza encerrado, desinfecto todo los cubiertos que utilizo y mi madre también. Hasta ahora, no hemos interactuado con mi familia, más allá del momento que me entregan la comida”.
Por eso, el llamado es a extremar las medidas de cuidado, protegerse en todo momento, usar mascarilla, mantener distancia social, tal como lo señala Franco Valdiva: “La idea de esto, es incentivarlos a todos a la prevención y al autocuidado, el virus aún está latente y todavía no lo hemos podido erradicar. Es por ello que debemos tener precaución en todas las actividades cotidianas que realicemos. Ya sea ir al supermercado, realizar algún trámite y hasta en el mismo trabajo. Utilicemos siempre la mascarilla, lavado de manos constante y el distanciamiento social. Cuidemos y cuidemos a nuestras familias. Ese es el mensaje compañeros”.