“Hace un par de años, en una de las fiestas que se dio después de los premios Oscar, había un tipo relativamente joven que estaba sentado conmigo y me dijo… ¿tú sabes quién soy yo? No sé le contesté. Y me dijo: mira, yo fundé una compañía que se llama Uber… y agregó … yo me he caído y me he caído y yo me he vuelto a levantar y me he vuelto a caer. Y ya cuando he tenido el golpe con Uber, yo debía muchísimo dinero a muchísima gente… Ahí fue cuando caí en cuenta de lo que es el espíritu americano” …

Hace algunos días vi el video de una entrevista a Antonio Banderas en un programa de televisión llamado El Hormiguero. En esa ocasión le preguntan cuán difícil es triunfar en Hollywood. Su respuesta sorprendió a muchos, tanto que el video se volvió viral en las últimas semanas. Banderas contó la anécdota de su conversación con uno de los fundadores de la exitosa empresa norteamericana y, a partir de ella, hace una reflexión que a muchos llamó la atención.

Contó que, un estudio realizado a estudiantes universitarios en España, reveló que el 75% de los alumnos tenía como propósito profesional trabajar como funcionario de un organismo o una empresa. El mismo estudio aplicado en Estados Unidos arrojó que el 75% de los estudiantes universitarios tenía como objetivo profesional el emprender.

Eso, sin duda, hace una gran diferencia cultural entre una sociedad y otra. Una diferencia que es muy positiva. La historia que Banderas cuenta del creador de Uber demuestra que el emprendimiento es muy desafiante, comprometedor y es una enorme motivación de vida. Así, tal como en la vida, es imposible pensar que se puede crecer como persona sin equivocarse o caer. La vida muy pocas veces te entrega lo que buscas a la primera. Te exige esfuerzo, rigurosidad y dedicación. Y, sobre todo, perseverancia.

Los fracasos son una gran enseñanza y a partir de ellos, aprendes a mirar de una manera integral, generosa, tolerante y con la altura que hace la diferencia. En definitiva, son los fracasos los que te hacen crecer y los que te ayudan a obtener la sabiduría.

Por eso siempre he pensado que el emprendimiento es clave en el crecimiento de un país, porque exige de esa motivación, perseverancia y rigurosidad que te lleva al éxito. Y, sobre todo, el emprendimiento es el que te exige tolerancia a la frustración, para de esa forma poder levantarse -a pesar del dolor que puede generar- y seguir caminando para alcanzar el objetivo buscado.

 

Por todo eso, ¡bienvenido el emprendimiento!

 

Alex Acosta M. 

Presidente Ejecutivo

Schwager Service S.A.